martes, 30 de noviembre de 2010

Comentario Portico de la Gloria, Catedral de Santiago.


Pórtico de la GloriaCatedral de Santiago de Compostela, siglo XII
Maestro Mateo 1168-1188

El Pórtico de la Gloria de la Catedral Compostelana es sin duda alguna la obra cumbre de la Escultura Románica. Por primera vez la Edad Media ensaya la animación de las figuras. El simbolismo medieval se realiza aquí a través de un conjunto escultórico en que las figuras hablan, cantan y constituyen una verdadera atmósfera mística y religiosa.

Su autor es el Maestro Mateo, arquitecto de Fernando II de León, que supo plasmar en piedra un denso mensaje teológico que no sabemos quién lo ideó. . En 1168 se pusieron los fundamentos de esta obra y se finalizo en 1188 según consta de una inscripción en los dinteles. Para salvar el desnivel del terreno, el maestro Mateo construyó una cripta en forma de pequeño y bello templo que se llama la Catedral Vieja. Sobre esta base levantó el Pórtico de la Gloria, construcción de tres comportamientos cubiertos por bóvedas de crucería que cobijan el ingreso principal a la iglesia, compuesto de tres arcos abocinados que dan acceso a las tres naves, y de los cuales el principal tiene tímpano sostenido por un parteluz.

La interpretación de este mensaje ha suscitado una auténtica polémica entre los estudiosos en arte que se han ocupado del tema. De todas formas, es indiscutible que el mensaje catequético del Pórtico responde a su condición de nartex de la Iglesia meta del Camino de peregrinos. Será, pues, un mensaje primariamente para ellos, y sólo desde la peregrinación se podrá interpretar adecuadamente.

El propósito de la peregrinación terminó marcando caminos desde todos los rincones de la Europa Medieval hasta Santiago. Puente La Reina, en Navarra, es el lugar a donde todos confluyen convirtiéndose en un sólo camino hasta Compostela.  Al final, el Maestro Mateo supo resumir en el más genial de los pórticos el significado simbólico del Santuario Apostólico: La Jerusalén Celestial. Como él corona su peregrinación abrazando la columna sobre la que descansa la estatua sedente de Santiago, así también la humanidad entera coronará el esfuerzo de su historia resucitando e incorporándose al Reino de Dios en plenitud, realizado en la magnífica iconografía del Pórtico de la Gloria.

Significado del Pórtico
Esta idea final la toma Mateo del Apocalipsis de San Juan, según la cual el templo apostólico es el símbolo de la nueva Jerusalén que desciende del Cielo. Se trata, pues, de una representación de la ciudad Celeste tomando para ello símbolos provenientes del Apocalipsis de San Juan, del Libro IV de Esdras, y de los elementos apocalípticos contenidos en los profetas Isaías, Ezequiel y Daniel.
En el tímpano del arco central nos encontramos resumidas varias páginas del Apocalipsis de San Juan. Preside la escena una imagen mayestática e hierática de Cristo Salvador, indudablemente inspirada en la descripción que del Hijo del Hombre (Cristo) hace el apóstol San Juan en el Apocalipsis (Cap. 1,1-18). De acuerdo con esto, le encontramos un tanto hierático, consciente de su dignidad y poder. En sus manos y pies muestra las cicatrices de las llagas. Sus vestiduras quieren demostrar su realeza y su sacerdocio. Completando la idea del Cordero inmolado e inspirado en el mismo Apocalipsis de Juan (Cap. 5,14) nos presenta Mateo ocho bellísimos ángeles llevando instrumentos de la pasión: la columna, la Cruz, la corona de espinas, los cuatro clavos y la lanza; un pergamino y una jarra, aludiendo sin duda a la sentencia y lavatorio de manos de Pilato; y por último una caña, esponja y un pergamino en que probablemente se leyó la inscripción INRI.

Rodeando el trono del Salvador vemos los cuatro evangelistas en actitud de escribir el Evangelio sobre cada uno de sus animales simbólicos: San Mateo sobre el cofre de recaudador de tributos; debajo San Marcos sobre el león alado; a la izquierda San Juan sobre el águila y debajo San Lucas sobre el Toro. Junto al trono jalonándolo, dos ángeles que a ambos lados homenajean al Señor.
Tomado del Capítulo 4 del Apocalipsis de San Juan todo el tímpano quiere plasmar la disposición del trono de Dios tal como lo ha visto el autor sagrado. Veinticuatro ancianos que representan en la visión apocalíptica a las 24 clases de cantores y sacerdotes del antiguo templo de Jerusalén, se sientan en una especie de sofá, dialogan entres sí vistiendo túnicas blancas y sobre sus cabezas llevan una corona de oro. En sus manos (excepto las figuras 4 y 21) sostienen instrumentos musicales (14 cítaras, 4 salterios, 2 arpas, llamando la atención la zanfoña que sostienen sobre sus rodillas los dos que están sobre la clave).
En los espacios curvos del tímpano para plasmar la descripción de los elegidos, que figura en el cap. 7,4-17 del Apocalipsis, ideó Mateo treinta y ocho figuras humanas que representan las 12 de abajo a las 12 tribus de Israel y las 19 de arriba a la turba celeste que nadie podía contar, y que estaba delante del trono y del Cordero. Todas estas figuras, al igual que los ancianos, están a punto de comenzar una sinfonía litúrgica en honor del Cordero.

El Maestro Mateo ha concebido el Arco central del Pórtico como una pequeña ciudad con su templo y su liturgia propias. En esta ciudad nadie puede entrar sin estar escritos en libro de la vida; en ella se entra incluso llevados por ángeles.

Estatuas en las columnas.
            La gran ciudad celeste descansa sobre unas figuras concretas pertenecientes tanto al Antiguo como al Nuevo Testamento. Así vemos como adosados a las columnas de nuestra izquierda aparecen unas figuras de sorprendente calidad artística que representan personajes del Antiguo Testamento: Moisés, con las Tablas de la Ley en su mano; Isaías; Daniel, sonriente como anunciador de la venida del Salvador, y Jeremías con su rostro triste, dado lo mucho que tuvo que sufrir de los poderes de su pueblo por la crudeza de su denuncia profética. Las restantes figuras no han sido identificadas, pero sin duda pertenecen también a personajes del Antiguo Testamento.


El lado derecho está dedicado al Nuevo Testamento y así nos encontramos con San Pedro, vestido de Pontifical y sus llaves en la mano; San Pablo, calvo y descalzo; Santiago lleva un báculo y un cartel, San Juan, joven y de pie sobre un águila; las otras cuatro figuras no se han identificado. Por lo tanto la ciudad descrita por San Juan está fundamentada sobre unas columnas que constituyen y representan a los dos Testamentos

Según San Juan sobre cada una de las 12 puertas de la Ciudad Nueva de Jerusalén (Apocalipsis 21, 12) hay un ángel que la guarda. Mateo expresó esto en los ángeles que sobre las figuras de los apóstoles y profetas van introduciendo en la ciudad a los seres humanos que vienen de la gran tribulación. Los que proceden del arco izquierdo vienen coronados, como símbolo de sus privilegios (como veremos luego) y con un pergamino que representa la Ley; y los de la derecha vienen sin coronar y van asidos de la mano del ángel.

Los otros ángeles representados en la fachada exterior son dos serafines que están de pie ante el trono del Cordero (escoltados por dos ángeles cada uno). En los ángulos del Pórtico hay cuatro ángeles con trompetas que tienen también un hondo sentido apocalíptico. Su misión es congregar a los elegidos de los cuatro puntos cardinales para doquier entonen un cántico nuevo. Los elegidos y su procedencia constituye el tema de los dos arcos laterales.




Columna del parteluz: La columna central del pórtico sostiene de forma llamativa la estatua sedente del Apóstol Santiago, como patrono, acogiendo a los peregrinos.

La columna de mármol representa la genealogía humana de Jesús. De la figura de José (padre del Rey David), brota un tallo (Isaías 11, 1), que crece y enreda a David, Salomón y al llegar a la Madre de Dios aparta sus ramas dejándola exenta. El capitel nos muestra la generación eterna de Cristo en cuanto Dios: El Padre le tiene en su regazo, y sobre ellos en forma de paloma el Espíritu Santo.

En el capitel que se encuentra tras la corona del Apóstol vemos representado uno de los episodios simbólicos más característicos de la vida de Cristo: Las tentaciones. El diablo en figura repugnante y monstruosa tienta en tres ocasiones a Jesús que, una vez rechazadas las tentaciones, es servido por los ángeles.

Arco lateral izquierdo: En este arco encontramos representado un tema del Antiguo Testamento: La expectación mesiánica. Todo el antedicho Testamento gira en torno a él. El autor del Pórtico se ha inspirado en el libro IV de Esdras.

La primera arquivolta nos muestra una serie de figuras envueltas en la fronda. En el centro con una corona en la cabeza nos encontramos la figura de Dios Creador, a la derecha de Dios está Adán, sin corona ya que perdió la inocencia; a su lado vemos la figura de Noé, que es el nuevo padre de la humanidad al haber perecido todos los demás en el diluvio; después viene coronado Abraham, a continuación Esaú y Jacob; sólo Jacob aparece coronado como heredero de la promesa y bendición de Abraham. A la derecha de Dios tenemos en primer lugar a Eva, sin corona también por el mismo motivo que Adán, después Moisés, a continuación David el rey; las dos figuras restantes parecen representar las tribus judías y Judá y Benjamín, ya que eran consideradas como restauradas por el libro de Esdras. Se trata pues de la representación de la primera promesa de Salvación y su realización en el Antiguo Testamento.

Su segunda arquivolta nos lleva a un tema sumamente interesante y actual. Se trata de presentarnos un símbolo o tipo, de la salvación de los hombres en el destierro y opresión que padeció en Babilonia el pueblo de Israel, inspirándose en el libro IV de Esdras (Cap. 13,25-7). Las figuras que aparecen son diez y representan a las diez tribus de Israel, menos Judá (tribu de Cristo) y Benjamin.

Todas las figura están coronadas, símbolo de los privilegios y promesas que gozan los judíos; el bocel que las aprisiona contra la arquivolta simboliza la esclavitud y cautiverio a que están sometidas; las cartelas que tienen en su mano simbolizan la Ley que ellas observaron cuidadosamente en el destierro. La figura central de Cristo las atrae hacia la salvación, simbolizada en las que van pasando al arco central del Pórtico desnudas y con la Ley en la mano, pero coronadas y libres de la esclavitud. Cristo pues es el libertador.
Arco lateral de la derecha: Probablemente en la intención original es una representación del Juicio Final: En el centro Cristo--juez--y debajo un ángel. A su derecha vemos a los elegidos, a quienes el Señor dice: "Venid benditos de mi Padre" y a la izquierda los réprobos a quienes el Rey dice: Apartaos, malditos, al fuego eterno". Mientras que en manos de ángeles los de la derecha pasan a la Jerusalén Celestial, representada en el arco central, los réprobos se ven aprisionados por multitud de monstruos que los inmovilizan y castigan. (Mateo 25).

Sin embargo, podemos ver en esta representación una visión de Cristo liberador. Sin duda es éste el sentido profundo del Juicio. Al lado izquierdo se muestra a los esclavos del orgullo y egoísmo. Basta ver como las figuras atenazadas por monstruos están comiendo y bebiendo tranquilamente. ¿No es acaso un esclavo el alcohólico, el ludópata, el drogadicto, el cleptómano y tantos otros? ¿No se hace el pecador  adicto a su pecado? Jesús en el centro sirve de punto de crisis y liberación. Por ello, las figuras van pasando desnudas del hombre viejo, liberadas de sus esclavitudes al reino de la felicidad y del amor: La Jerusalén Celestial.

Otros elementos: Debajo de la figura del profeta Isaías, en la serie de columnas de la izquierda, tenemos una columna marmórea en la que se representa el sacrificio de Isaac. En la derecha debajo del Apóstol San Pablo hay otra columna de mármol en la que se presentan algunas escenas de la vida de San Pablo. os monstruos del zócalo representan motivos apocalípticos heredados de la literatura caldea. Así en el centro probablemente se representa al héroe Gilgamés, destructor de monstruos. Después una serie de vivientes que se inspiran sin duda en el profeta Ezequiel. Los monstruos quieren simbolizar probablemente el mundo dominado por la fuerza del orgullo y del egoísmo, que enfrenta a los humanos entre sí originando las guerras, el hambre y la muerte. Estos monstruos son utilizados por los miniaturistas medievales para significar esto. La cabeza humana significa probablemente que la inteligencia del hombre es capaz de vencer la fuerza del león y la velocidad del águila.

El Pórtico conserva parte de su policromía original retocada en el s. XVI. Es de notar no obstante que no está completo; al construir la fachada actual del Obradoiro se retiraron estatuas, alguna de las cuales se conservan en el museo catedralicio.

La efigie de Mateo: Arrodillado en la nave cara al Altar Mayor de la Catedral nos encontramos en actitud orante y penitente al autor del Pórtico: el Maestro Mateo. Muchas madres, deseando que sus hijos tuvieran la inteligencia del autor del Pórtico. los llevan a él y chocan las cabezas de los estudiantes contra los rizos pétreos del arquitecto. De ahí el nombre gallego con que se conoce esta estatua: "Santo dos Croques".


La música del Pórtico

Uno de los aspectos que más llama la atención dentro de la complicada composición escultórica del Pórtico de la Gloria es el referido a la variedad de instrumentos musicales que sostienen entre las manos los veinticuatro ancianos del Apocalipsis, tallados en la primera arquivolta del vano central. Lejos de representar objetos inventados, son un completo catálogo de instrumentos reales y por lo tanto, un valioso testimonio que nos permite conocer cómo era, o al menos, cómo podía sonar la música de la época.

Entre unos y otros, los ancianos tañen instrumentos pertenecientes a casi la totalidad de las familias de cuerda medievales, que se podrían catalogar, adoptando su denominación más frecuente, del siguiente modo:

      Fídulas ovales: su cuerpo tiene forma semejante al óvalo. Se ejecutaban con arco.
      Fídulas en ocho: como los anteriores, también precisaban del arco para hacerlos sonar.
      Arpas: también denominadas cítaras o liras.
      Salterios: de forma triangular, los músicos precisaban tocarlos en posición vertical.
      Cítaras: de forma trapezoidal, los músicos pulsaban las cuerdas con un pequeño apéndice en forma de púa.
      Laúdes: con este nombre se designan unos pequeños instrumentos con mástil y caja en forma de media pera, con cuerdas pulsadas por plectros.
      Organistrum: prolijamente citado en los textos medievales, sus cuerdas se hacían sonar frotándolas con una rueda de madera.

Dada la fidelidad con la que fueron representados hasta en sus más mínimos detalles, estos instrumentos se han podido reproducir en nuestro tiempo. Así se ha contribuido de modo más efectivo al conocimiento de la música de la Edad Media.

Influencias porteriores

Aún, los principales protagonistas del Pórtico que son Cristo en Majestad y el apóstol Santiago conservan un solemne hieratismo, pero no así el resto de las estatuas. En especial, nuestra mirada se fija en la abierta sonrisa de Daniel y en las conversaciones que parecen mantener profetas y apóstoles que giran sus cabezas para facilitar tal diálogo.

Este hecho va a ser la norma heredada en el arte gallego durante los siguientes dos siglos. Y en que en Galicia, como en pocas partes de España, la estela de las formas románicas perduró de manera constante durante los siglos XIII y XIV, e incluso en edificios del XV todavía se aprecia la herencia románica. El verdadero gótico tuvo grandes dificultades de penetración, bloqueado por las estructuras tardorrománicas inerciales complementadas con la escultura naturalista y barroca heredada de Mateo.

El Pórtico de la Gloria y el estilo mateano influyeron en la evolución hacia el naturalismo del románico español de los siglos XII y XIII. Al margen de Galicia, no hay más que observar la relación entre la portada occidental de la Basílica de San Vicente de Ávila y el portal compostelano o las portadas y escultura de diversas iglesias zamoranas como las de Benavente, donde incluso los ángeles de las mochetas adoptan las mismas posturas que en Santiago.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Escultura en el Pórtico de la Gloria

 


 El arquitecto románico concentrará toda la decoración del templo en las portadas, los capiteles del interior y del exterior, y en las cornisas o aleros.
La puerta es concebida como una serie de arcos decrecientes y progresivamente rehundidos que se denominan arquivoltas, dotando a la puerta de aspecto abocinado.
El arco de la puerta se decora con un tímpano y si la puerta es ancha, es reforzada por un dintel y una columna central denominada parteluz. El escultor no duda en adosar figuras a las jambas y a los capiteles e incluso a las arquivoltas.

Enlace de interés

martes, 23 de noviembre de 2010

Sintesis Románico

El románico es un movimiento artístico internacional que, aunque con diferencias regionales, va a desarrollarse en la Europa occidental en la Alta Edad Media (En Francia, Alemania, Inglaterra, Italia y España).
*.-  Es la manifestación artística de la sociedad feudal: El feudalismo es el sistema de organización económica, social y política de la Europa occidental durante los siglos IX a XII (la Alta Edad Media)

Al final del Imperio romano, cuando los pueblos germánicos presionan sobre sus fronteras y sus instituciones entran en decadencia se crea:
*.- una situación de inseguridad general y personal que lleva al colapso de la circulación económica
*.- El Románico es un arte monástico y aristocrático que refleja la solidaridad entre el clero y la nobleza, unidos por sus mismos intereses económicos y políticos: los manasterios son señoríos feudales que poseen tierras y siervos para trabajarlas y construyen edificaciones similares a los castillos, los castillos de Dios.
*.- En la Iglesia medieval los altos cargos eclesiásticos estaban reservados para los miembros de la nobleza.
*.- La nobleza y el clero son los únicos clientes de obras de arte hasta el siglo XIII.
*.- La catedral se convierte en el símbolo de la ciudad a partir del s. XI, en los lugares donde empieza a renacer la vida urbana.
*.- Tanto el castillo como el monasterio no son sólo lugares donde conviven señores y siervos o donde se reúnen en oración el clero y los fieles sino que sirven para afirmar el poder de los dos estamentos sociales que detentan el poder: la nobleza y la Iglesia.
*.- Sin embargo, el carácter eminentemente sacro del arte románico proviene del monopolio casi exclusivo de la Iglesia sobre la cultura de la Alta Edad Media. La Iglesia, a diferencia de la aristocracia pero apoyada por ésta, presenta una unidad ideológica y organizativa que queda plasmada en el arte de la época:
*.- El terror del año mil, que coincide con un período de calamidades, hambres y enfermedades, provoca el nacimiento de expresiones colectivas de fe.
Esto explica la preferencia del tema del Juicio Final en los pórticos de las iglesias y la abundancia de monstruos y visiones infernales.
*.- Las peregrinaciones a ciudades santas como Jerusalem, Roma y Santiago de Compostela son vías de propagación de las mismas ideas y expresiones culturales.

Las órdenes monásticas, especialmente la orden benedictina de Cluny, impulsan este movimiento y lo propagan por toda Europa.


Arquitectura
La arquitectura eclesiástica es la expresión más completa del arte románico.
Las artes plásticas, escultura y pintura, quedan supeditadas a la arquitectura y ayudan a crear el ambiente sobrecogedor de las iglesias románicas.

Características:
• Aspecto sólido y severo
• Planta basilical o de cruz latina dividida en un número impar de naves (generalmente 3):
  • nave central más alta
  • naves laterales
• Naves cubiertas por bóvedas de cañón van sustituyendo a las cubiertas de madera.
Unos arcos (arcos torales) dividen la bóveda en tramos y concentran su peso en determinados puntos donde se colocarán los contrafuertes.
• Arco de medio punto sobre columnas unen las naves
• La cabecera de la iglesia termina en ábsides semicirculares que corresponden a cada nave. En las iglesias de peregrinación las naves continúan detrás del altar formando la girola.
• El foco central de la iglesia es el altar, situado en el lugar de mayor visibilidad y encuadrado por pinturas murales.
• Los muros exteriores gruesos, reforzados por contrafuertes exteriores, con ventanas de tamaño reducido sostienen el peso de las bóvedas. Estos muros pueden ir decorados con relieves geométricos, arquerías ciegas, bandas verticales, ...
• En la entrada una o dos torres, de planta cuadrada y y con huecos de arco de medio punto, rematan el edificio.
• La decoración exterior, si la hay , se concentra en el pórtico.
En los monasterios destacan los claustros, patios porticados que servían para unir las diferentes dependencias del monasterio (la iglesia, el refectorio). La galería cubierta, permitía a los monjes protegerse de las inclemencias del tiempo. Los arcos están apoyados en columnas, muchas veces geminadas.

La arquitectura románica en España va a estar influída por la cultura árabe y judía, que se manifiesta en el tratamiento decorativo, y por los modelos franceses.
Se distinguen dos escuelas:
*.- La del Camino de Santiago: esta vía de comunicación permite que talleres, a veces muy distantes entre sí, establezcan relaciones y se enriquezcan mutuamente.
*.- La escuela catalana, ligada al arte francés y del norte de Italia

Arquitectura civil.
Las manifestaciones más importantes de la arquitectura civil tienen um carácter defensivo:
*.- Los castillos
*.- Las ciudades amuralladas.

Escultura
La escultura románica está ligada a la Iglesia y sirve para crear una determinada atmósfera en ella.

La escultura en piedra está supedidatada a la arquitectura , teniéndose que adaptar a la superficie a cubrir:
*.- Se concentran principalmente en capiteles y fachadas..
*.- Los follajes, animales e incluso la figura humana tienen que adaptarse a las exigencias arquitectónicas. Las figuras se pliegan y se tuercen , se estiran y se reducen según el espacio que tienen que ocupar.

Los temas preferidos para esculturas en madera policromada son los Crucificados y las Vírgenes con Niño.
• La escultura también refleja la concepción del mundo de la Alta Edad Media dominada por la religión. Su función no es meramente decorativa sino que sirve para instruir y provocar la piedad de los fieles: no se quiere desviar su atención con detalles demasiado realistas.
• Aparecen así figuras no naturalistas, simbólicas que enseñan a unos fieles iletrados el camino de la salvación.
• En la primera época se pierde la noción de proporción de las figuras que es sustituída por relaciones jerárquicas.
• La figura humana es esquematizada, espiritualizada, estática, envuelta en ropajes con pliegues simétricos y paralelos. Esta figura va a evolucionar hacia el naturalismo y a finales del siglo XII aparecen figuras mucho más expresivas que van perdiendo su rigidez.

La escultura románica se desarrolla principalmente en:
Los capiteles de las iglesias y sobre todo de los claustros donde se representan:
*.- animales monstruosos,
*.- aves entrelazadas y motivos vegetales o escenas bíblicas,
*.- vidas de santos, alegorías de vicios y virtudes.

Los pórticos
*.- Los pórticos de las iglesias que están formados por unos arcos concéntricos (las arquivoltas) que se apoyan sobre columnas, decoradas a veces con estatuas adosadas.
*.- En el espacio comprendido entre las arquivoltas y el dintel de la puerta se encuentra el tímpano, muchas veces ricamente decorado.
*.- Los temas más repetidos en estos tímpanos son la figura del Pantócrator o Dios Todopoderoso y escenas del Juicio Final.

Pintura
Dentro de la pintura románica hay que distinguir:
*.-  La pintura eclesiástica mural o sobre tabla que se concentra alrededor del altar, foco central de la iglesia.
*.- Las pinturas murales solían decorar la zona posterior del altar, los ábsides, y también las bóvedas.

La pintura sobre tabla se utilizaba para los frontales de los altares.
Las miniaturas que decoran los códices.
La pintura eclesiástica mural o sobre tabla:
Como en el caso de la escultura su función es la de instruir y exaltar la piedad de los fieles.

Para este fin no sirve el naturalismo: si lo importante no es la vida terrenal sino la espiritual, lo que la pintura va a representar no es la naturaleza sino el espíritu. Por eso la pintura va a eliminar lo que es propio de la representación natural.

Va a eliminar para utlizar
• la luz y la sombra          • colores planos, sin matices ni graduación
• el volumen                     • delimitando las superficies por líneas bien definidas
• la profundidad              • un fondo neutro
• el movimiento               • formas estáticas

Las miniaturas:
Lu función de las miniaturas que iluminan los códices es la de ilustrar lo que explica el texto. En este caso se consiguen escenas más naturales y más complejas, más ricas en detalles.

El Pórtico de la Gloria


Catedral de Santiago de Compostela[
Su construcción debió comenzar alrededor del año 1075, promovida por el obispo Diego Peláez y dirigida por el Maestro Esteban. Este edificio fue sucesor de otros anteriores que sirvieron para albergar y dignificar los restos del Apóstol Santiago descubiertos en "Compostela" (Campo de Estrellas) a comienzos del siglo IX. A lo largo de las décadas siguiente y ya bajo el auspicio de Diego Gelmírez las obras mantuvieron un ritmo intermitente en función de diferentes conflictos de la época. Se puede decir que la mayor parte de la obra estaba construida hacia el 1122.


Planta:
Como otras grandes catedrales en el Camino de Santiago de Francia (Tolouse, Conques, etc) el edificio se concibió como una cruz latina de tres naves y crucero también de tres naves. La cabecera incorporaba girola y cinco capillas radiales. Todo el alzado del templo se adornaba de tribuna por lo que el aspecto vertical y palaciego de la iglesia se intensificaba. En los hastiales del crucero había fachadas y puertas monumentales. De la del norte (fachada de la Azabachería) sólo han quedado algunos restos. Mejor conservada está la de las Platerías con sus dos grandes puertas y un conjunto de esculturas en algunos casos colocadas anárquicamente.
El Maestro Mateo comenzó su intervención en 1168 y se ocupó de los últimos tramos de la nave y de la construcción de la cripta que soportaría el majestuoso Pórtico de la Gloria, además del coro del que han perdurado importantes piezas.
Este conjunto monumental creado como entrada occidental y principal de la catedral es uno de los más grandes monumentos románicos del mundo y paradigma de la evolución que durante la segunda mitad del siglo XII sufre el románico hacia el naturalismo gótico.
El Pórtico de la Gloria, es en realidad la fachada románica del templo que hoy se halla cubierta por el Obradoiro
Con sus doscientas figuras maravillosamente talladas constituye una de las más valiosas obras del arte románico universal. El Pórtico de la Gloria inicialmente estaba abierto al exterior.

En el centro, una columna fasciolada de varias articulaciones sostiene el tímpano, y ante ella, en otra columna, la imagen sedente del Santo Patrón. En el tímpano aparece Cristo entronizado, rodeado de ángeles enmarcados por 40 ejércitos celestiales.
En las arquivoltas, los 24 ancianos del Apocalipsis tocando instrumentos musicales. Los pilares, a derecha e izquierda, están rodeados de columnas profusamente esculpidas con las figuras del Antiguo y Nuevo testamento.
En su versión primitiva la Catedral tenía solamente nueve capillas. Cinco de ellas se abrían al ábside, de planta rectangular, la primera y más antigua, semicirculares las otras cuatro. Otras cuatro se abrían a la pared Este de ambos brazos del crucero.
 Con el paso del tiempo, la aparición de las fundaciones y patronazgos modificaron el diseño original, dando así origen a la aparición de infinidad de capillas. Por ello hoy cuenta con un total de 16 capillas y una Iglesia adosada.

Análisis Arquitectónico
La Catedral de Santiago de Compostela representa la culminación de las grandes iglesias de peregrinación, inspirada en los modelos franceses de Sainte-Foy de Conques, Saint-Sernin de Toulouse y las desaparecidas Saint-Martin de Tours y Saint-Martial de Limoges.
En su versión primitiva la Catedral tenía solamente nueve capillas. Cinco de ellas se abrían al ábside, de planta rectangular, la primera y más antigua, semicirculares las otras cuatro. Otras cuatro se abrían a la pared Este de ambos brazos del crucero. El paso del tiempo, la aparición de las fundaciones y patronazgos modificaron el armónico y bello diseño original, dando así origen a la aparición de infinidad de capillas. Por ello hoy cuenta con un total de 16 capillas y una Iglesia adosada.
Para facilitar el culto a las reliquias del apóstol, alojadas en una cripta bajo el altar del presbiterio, se construyó una girola con capillas radiales en torno al ábside, que permite junto con el gran transepto la circulación fluida de los peregrinos.
Situándose en el centro del crucero se comtempla la cruz latina que configura la planta de templo.
Cada uno de los brazos de la Cruz está compuesto de tres naves.
El brazo largo de la cruz mide unos cien metros en el exterior, que se reducen a 90 en el interior.
En el espacio interior, apenas iluminado, prevalece la sensación de verticalidad, acusada por la gran altura, de 22 metros, frente a la anchura, de 8,5 m, de la nave principal, compuesta por once tramos cubiertos por una bóveda de cañón.
La sección longitudinal del templo se articula en un piso inferior comunicado con las naves laterales —cubiertas con bóvedas de arista— y una tribuna o triforio abierta al espacio principal mediante series de arcos geminados.
En la intersección entre los dos brazos de la cruz que foma la planta, podemos contemplar la cúpula del siglo XIV que la cubre.
Portico de la Gloria
Escultura y Programa Iconográfico
La temática representada es religiosa, un Dios justiciero al que hay que temer.  Constituye el máximo exponente de la expresión escultórica y del desarrollo iconográfico del templo.
Representa la Ciudad Celeste tomando para ello símbolos provenientes del Apocalipsis de San Juan, del Libro IV de Esdras, y de los elementos apocalípticos contenidos en los profetas Isaías, Ezequiel y Daniel.
En el tímpano del ARCO CENTRAL se resumen varias páginas del Apocalipsis. Lo preside un Pantócrator sin mandorla, mayestático, hierático y sedente, consciente de su dignidad y poder.
En sus manos y pies muestra las llagas, signo de su triunfo.
Sus vestiduras demuestran su realeza y su sacerdocio.
Completando la idea del Cordero inmolado se presentan ocho ángeles llevando instrumentos de la pasión: la columna, la Cruz, la corona de espinas, los cuatro clavos y la lanza; un pergamino y una jarra, aludiendo sin duda a la sentencia y lavatorio de manos de Pilato; y por último una caña, una esponja y un pergamino en que probablemente se leyó la inscripción INRI.

Rodeando el trono del Salvador vemos a los cuatro evangelistas o tetramorfos como río de agua viva en actitud de escribir el Evangelio sobre cada uno de sus animales simbólicos: San Mateo sobre el cofre de recaudador de tributos; debajo San Marcos sobre el león alado; a la izquierda San Juan sobre el águila y debajo San Lucas sobre el Toro. Junto al trono jalonándolo, dos ángeles con incensarios que a ambos lados homenajean al Señor Soberano (Apoc. 8, 3-4).

Tomado del Capítulo 4 del Apocalipsis de San Juan todo el tímpano quiere plasmar la disposición del trono de Dios tal como lo ha visto el autor sagrado: veinticuatro ancianos que representan a las 24 clases de cantores y sacerdotes del antiguo templo de Jerusalén, se sientan dialogando entre sí, visten túnicas blancas y portan en su baeza una corona de oro. En sus manos (excepto en dos figuras) sostienen instrumentos musicales.
En los espacios curvos del tímpano (para plasmar la descripción de los elegidos, que figura en el cap. 7,4-17 del Apocalipsis) se disponen en forma radial treinta y ocho figuras humanas que representan las 12 de abajo a las 12 tribus de Israel y las 19 de arriba a la turba celeste que nadie podía contar, y que estaba delante del trono y del Cordero. Todas estas figuras, al igual que los ancianos, están a punto de comenzar una sinfonía litúrgica en honor del Cordero.

Estatuas en las COLUMNAS
La gran ciudad celeste descansa sobre unas figuras concretas pertenecientes tanto al Antiguo como al Nuevo Testamento. Adosadas a las columnas aparecen unas figuras de sorprendente calidad artística que representan personajes del Antiguo Testamento: Moisés, con las Tablas de la Ley en su mano; Isaías; Daniel, sonriente como anunciador de la venida del Salvador, y Jeremías con su rostro triste.
Las restantes figuras no han sido identificadas, pero sin duda pertenecen también a personajes del Antiguo Testamento. El lado derecho está dedicado al Nuevo Testamento. Por lo tanto la ciudad descrita por San Juan está fundamentada sobre unas columnas que constituyen y representan a los dos Testamentos.
Según San Juan sobre cada una de las 12 puertas de la Ciudad Nueva de Jerusalén hay un ángel que la guarda. Mateo lo expresó colocando los ángeles sobre las figuras de los apóstoles y profetas que van introduciendo en la ciudad a los seres humanos que vienen de la gran tribulación. Los que proceden del arco izquierdo vienen coronados y con un pergamino que representa la Ley. Los de la derecha vienen sin coronar y van asidos de la mano del ángel.
Los otros ángeles representados en la fachada exterior son dos serafines que están de pie ante el trono del Cordero (escoltados por dos ángeles cada uno). En los ángulos del Pórtico hay cuatro ángeles con trompetas que tienen también un hondo sentido apocalíptico. Su misión es congregar a los elegidos de los cuatro puntos cardinales para doquier entonen un cántico nuevo. Los elegidos y su procedencia constituye el tema de los dos arcos laterales.

Columna del PARTELUZ: La columna central del pórtico sostiene de forma llamativa la estatua sedente del Apóstol Santiago, como patrono, acogiendo a los peregrinos. En el rostro del apóstol se pueden apreciar las facciones, cabellos ondulados y barba.
La columna de mármol representa la genealogía humana de Jesús. El capitel nos muestra la generación eterna de Cristo, Dios le tiene en su regazo, y sobre ellos en forma de paloma el Espíritu Santo.
En el capitel que se encuentra tras la corona del Apóstol vemos representado uno de los episodios simbólicos más característicos de la vida de Cristo: Las tentaciones. El Diablo en figura repugnante y monstruosa tienta en tres ocasiones a Jesús que, una vez rechazadas las tentaciones, es servido por los ángeles.

Arco lateral IZQUIERDO: Representa un tema del Antiguo Testamento: la expectación mesiánica (el autor del Pórtico se ha inspirado en el libro IV de Esdras).
La primera arquivolta muestra una serie de figuras: en el centro con una corona en la cabeza la figura de Dios Creador, a la derecha de Dios está Adán, sin corona ya que perdió la inocencia; a su lado vemos la figura de Noé, que es el nuevo padre de la humanidad al haber perecido todos los demás en el diluvio; después viene coronado Abraham, a continuación Esaú y Jacob; sólo Jacob aparece coronado como heredero de la promesa y bendición de Abraham.
A la derecha de Dios tenemos en primer lugar a Eva, sin corona también por el mismo motivo que Adán, después Moisés, a continuación David el rey; las dos figuras restantes parecen representar las tribus de Israel. Se representa la primera promesa de Salvación y su realización en el Antiguo Testamento.
Su segunda arquivolta nos presenta el destierro y opresión que padeció en Babilonia el pueblo de Israel, inspirándose en el libro IV de Esdras. Las figuras son diez y representan a las diez tribus de Israel, menos Judá (tribu de Cristo) y Benjamin.
Todas las figuras están coronadas, el bocel que las aprisiona contra la arquivolta simboliza la esclavitud y cautiverio a que están sometidas; las cartelas que tienen en su mano simbolizan la Ley que ellas observaron cuidadosamente en el destierro. La figura central de Cristo las atrae hacia la salvación, simbolizada en las que van pasando al arco central del Pórtico desnudas y con la Ley en la mano, pero coronadas y libres de la esclavitud. Cristo pues es el libertador.

Arco lateral DERECHO: Probablemente en la intención original estas es una representación del Juicio Final: En el centro Cristo juez y debajo un ángel. A su derecha vemos a los elegidos, y a la izquierda los réprobos condenados al fuego eterno. Mientras que en manos de ángeles los de la derecha pasan a la Jerusalén Celestial, representada en el arco central, los réprobos se ven aprisionados por multitud de monstruos que los inmovilizan y castigan.
Todas las figuras representadas se adaptan por completo al espacio arquitectónico. Distribuidos por los arranques de las bóvedas del nartex están diez ángeles. En la parte inferior, en las basas, hay una serie de animales que representan el pecado. Por último, las figuras realizadas por Mateo, como el Pantócrator, Santiago, el árbol de Jessé, etc... Poseen similares características: se parte de un rectángulo para hacer la figura, cabezas con gran expresividad cuyos cabellos son gruesos y acaracolados, el cuerpo tiene la talla más plana, poniendo de manifiesto los rasgos anatómicos, los pliegues toman forma de embudo en la zona del cuello y los ropajes, marcados pero con caída natural, son elegantes y dejan ver los pies.

La efigie de Mateo: Arrodillado en la nave cara al Altar Mayor de la Catedral nos encontramos en actitud orante y penitente al autor del Pórtico: el Maestro Mateo.

El Pórtico conserva parte de su policromía original retocada en el s. XVI. No está no está completo; al construir la fachada actual del Obradoiro se retiraron estatuas, alguna de las cuales se conservan en el museo catedralicio.


El obispo Diego Peláez comenzó hacia el año 1078 la construcción del edificio actual, pero fue su sucesor Diego Gelmírez quien llevó a cabo la mayor parte de la obra, que se concluyó entre 1122 y 1128. Aunque se supone que intervinieron diferentes artífices, se suele citar a los maestros franceses Bernardo y Roberto, y a continuación a sus probables discípulos gallegos —o tal vez descendientes del maestro Bernardo—, el llamado maestro Esteban y Bernardo el Joven.
Hacia finales del siglo XII se acometió el excepcional Pórtico de la Gloria, realizada por el maestro Mateo..
La Catedral se fue ampliando y modificando sucesivamente: se le añadieron nuevas torres, un claustro de estilo gótico flamígero, una cúpula sobre el crucero, y entre los siglos XVII y XVIII se realizaron nuevas obras hasta culminar con la fachada barroca que comenzó en 1.715 Antonio Monroy sobre la antigua catedral. Los exteriores originales se ocultaron bajo nuevos paramentos, entre los que sobresale la Fachada del Obradoiro, obra barroca proyectada por Fernando de Casas y Novoa.
De las entradas románicas tan solo se conserva la del crucero meridional, conocida como Puerta de Platerías, tallada probablemente por el maestro Esteban hacia el año 1103.
cripta del pórtico: Para sostener el Pórtico de la Gloria y la explanada alta que sirve de vestíbulo a la Catedral, dado el enorme desnivel existente en el terreno, fue preciso construir un espacio subterráneo limitado por bóvedas lo suficientemente robustas para sostener la obra que se hizo encima. Este esel origen de la capilla subterránea, más tarde, a principios del siglo XVII, se construyó la actual escalinata de doble cuerpo que da acceso al Pórtico de la Gloria. El recinto, de estilo románico con bóvedas de transición al gótico, tiene la robustez lógica para sostener el peso que tiene encima.